Morrico Fino de Sos del Rey Católico

Llegadas estas fechas tan entrañables, os deseo que disfrutéis de la compañía de vuestros seres queridos alrededor de una buena mesa y que el próximo año venga cargado de trabajo y salud, para que sigamos descubriendo sabores nuevos y buenas recetas.

Como ya sabéis, en la tienda tenemos una gran variedad de productos, especiales para estas fiestas, que os facilitaran la preparación de vuestros menús navideños como el menú low cost que preparé el año pasado,  y os ayudarán a satisfacer a los paladares de los morricos más finos.

Hace unos años, mi familia y yo plantamos unos pocos olivos que nos proporciona una oliva riquísima para los aperitivos y sobre todo para las ensaladas de tomate del verano. ¡Me encantan!

En estos días, me han preguntado unos cuantos vecinos cómo preparaba yo las olivas negras para conservarlas. Así que hoy no os traigo una receta propiamente dicha sino mi propia fórmula de la oliva tradicional de Aragón.

Pues bien, la preparación de la oliva negra no tiene ningún misterio.

Tradicionalmente se ponían a secar al sereno con una capa de sal por encima. El frío, la sal y el tiempo se encargaban de curarlas.
Sin embargo, hay una manera de acelerar el proceso que es bastante conocida por esta zona.

El procedimiento es el siguiente:

Primero lavamos las olivas quitándoles el rabito si lo tuvieran.

Ponemos una cacerola con agua a calentar y cuando hierva echamos una pequeña cantidad de olivas al agua.

Las dejamos hervir unos segundos, las sacamos con una espumadera a un escurreverduras y las enfriamos bajo el chorro de agua fría.

Cubrimos una caja de fruta con papel de cocina y colocamos las olivas extendidas en una capa no muy gruesa y las espolvoreamos con abundante sal.


Las colocaremos al sereno, es decir, en un balcón  o terraza donde no le de mucho el sol. Y en poco tiempo estarán listas.

Es conveniente no amontonarlas y removerlas de vez en cuando para que se vayan secando mejor.

Cuando ya están secas, yo suelo ponerlas en bolsas y congelarlas.

Para consumirlas sólo hay que añadir un chorrito de aceite de oliva por encima y ¡¡listo!!

El otoño es tiempo de frutos secos. Es hora de recoger lo que tan generosamente nos regala la naturaleza. Almendras, avellanas y nueces se almacenan en nuestras despensas para asegurarnos el alimento para los largos y duros días de invierno que se avecinan.

Con la llegada del otoño retomo la actividad del blog y prometo ser fiel a nuestra cita.
El verano ha sido un poco ajetreado y aunque he estado trabajando en nuevas recetas, no he podido editarlas y subirlas al blog.

Si me sigues en Facebook y Twitter ya te habrás enterado de todo lo que ha sucedido en Sos del Rey Católico: el rodaje de una película; la feria medieval, que este año cumplía 20 añitos; las fiestas, que estuvieron de lo más animadas..., en fin, un no parar!!!

Así pues, retomo la actividad del blog y en breve verás todo  lo que me ha dado de si este verano en la cocina.

En la entrada anterior habíamos dejado el  el vino macerando con las nueces.
Pasados cuarenta días, lo sacamos del recipiente de maceración, lo colamos con un colador fino para evitar que caigan impurezas en el vino y desechamos las nueces.

El siguiente paso es añadirle  el azúcar (250 gr por cada litro de vino) y el coñac (250 cc. por litro)
Removemos bien con una cuchara de madera hasta que se disuelva el azúcar y dejamos reposar en un recipiente preferiblemente de cristal.


Este vino estará listo para consumirlo en Navidad, momento en el que lo embotellaremos  en botellas de cristal.
Yo he utilizado esta que me reservo siempre para este vino y que me gusta por su sencillez, pero si quieres puedes ponerla en una más elegante para que luzca y será un acompañamiento perfecto de turrones y dulces típicos de esas fechas.

Como veis, esta receta es sencillísima. La única dificultad radica en coger las nueces el día de San Juan, pero en vista de los resultados merece la pena.

Espero que te animes a hacerlo -algunos ya sé que lo habéis hecho- y me lo cuentes.

Muchos son los ritos y costumbres que acompañan a la noche de San Juan.

En unos sitios es costumbre encender hogueras, con un sentido purificador. En otros, la costumbre es darse un baño en el mar o en el río más cercano, o únicamente lavarse la cara en una fuente, lo que recibe el nombre de sanjuanarse, aunque el sentido purificador sigue siendo el mismo.

También hay sitios del Pirineo en los que se recogen hierbas medicinales, y tras bendecirlas son usadas como remedio para los distintos males que nos puedan aquejar a lo largo del año.

En Lobera de Onsella, un pequeño pueblo de la comarca de las Cinco Villas, muy cercano a Sos del Rey Católico, se sigue realizando, hoy en día, una curiosa tradición para curar las hernias de los niños el rito del herniado , que tiene lugar en un bosque cercano al pueblo, en la citada noche.

La cantidad de ritos, conjuros, tradiciones y creencias que esta noche mágica lleva consigo, es incontable y se extiende a lo largo y ancho de toda la geografía española, portuguesa e incluso por la mayor parte de la sudamericana.

Como no podía ser de otra manera, la gastronomía, siempre tan unida a los festejos populares, también tenía que estar presente y son numerosas las recetas que existen para celebrar esta festividad. Cocas, licores, espetos de sardinas, y cualquier embutido o carne a la brasa sirven para alegrar nuestros paladares y hacer más llevadera una noche que, aun siendo la más corta del año, suele prolongarse hasta el amanecer.

Hoy os traigo la receta de vino de nueces.

Se trata de un vino especial, tradicional en Sos del Rey Católico, que se empieza a preparar en la noche de San Juan, ya que se elabora con nueces verdes que hay que coger del árbol precisamente en dicha noche.
Bueno en realidad, os traigo sólo la primera parte de la receta, ya que para terminarla hay que dejar pasar cuarenta días.

Ingredientes:

• 1 litro de vino tinto un vino joven de calidad
• 4 nueces verdes 
• 1/4 Kg de azúcar
• 1/4 litro de coñac

Y hasta aquí la primera parte de la receta de esta fantástico vino, dentro de cuarenta días haremos la la segunda parte así. 😏

¿Quién no ha oído hablar de los espárragos de Navarra? ¿O los riquísimos pimientos del piquillo de Lodosa? ¿O las tiernas y jugosas alcachofas de Tudela? Por no hablar de la famosísima menestra de verduras y la no tan conocida borraja.

Durante esos días, afamados restaurantes, preparan riquísimos menús con las verduras como ingrediente principal.

La capital de la ribera es un hervidero de actividad donde no faltan los talleres de cocina, catas de vino, concursos de menestra y de hortales, mercado de verduras, gigantes, danzantes, gaiteros...toda una fiesta alrededor de la verdura.

¿Por qué os cuento todo esto? Porque yo también quiero hacer mi propia exaltación a la verdura, con una receta de alcachofas, en este caso de mi huerto, que están ahora en su mejor momento.

Para los que no tengáis huerto, o para cuando no están de temporada, podéis utilizar las que vienen en conserva. En la tienda Morrico Fino, siempre suelo tener las conservas de verduras y legumbres de El Navarrico, es una marca de calidad con un ¡producto fantástico!

Esta receta sirve tanto para disfrutar de las alcachofas de una forma diferente un día normal, como para un entrante o aperitivo para un día especial.
Yo las voy a preparar este fin de semana, además de alguno de estos, porque celebramos en Sos del Rey Católico las fiestas en honor a la Virgen de Valentuñana. Los dejaré preparados y cuando volvamos de la romería, terminar de emplatarlos y ¡a disfrutarlos!

Ingredientes

• 6 alcachofas grandes u 8 pequeñas
• 2 cucharadas de harina
• 1 1/2 vasos de leche
• 50 grs. de mantequilla
• sal
• 2 lonchas de jamón 
• aceite para freír

¡En mi casa somos mucho de croquetas! De cocido, de jamón, de pescado, de setas... ¡¡hasta de perdiz!!
La verdad es que cuando tengo un poco de tiempo hago bastantes, las congelo y ¡lo mismo me solucionan un aperitivo que una cena rápida!

Muchas veces había oído hablar de las croquetas de morcilla, pero debo reconocer que nunca las había hecho. Hasta que un día vi esta receta del famoso cocinero Alberto Chicote y aunque las suyas eran de jamón ibérico, se me ocurrió que el toque de la nata tendría que quedar genial con la morcilla.
Así que, aprovechando que en la tienda Morrico Fino tenemos una estupenda morcilla de arroz, hecha a la manera tradicional, en el vecino pueblo de Uncastillo, me puse manos a la obra e hice las croquetas.

¡Ni que decir tiene que fueron todo un acierto! Nos sorprendieron a todos por su cremosidad y suavidad y desde entonces no suelen faltar en mi congelador.

Los ingredientes son:

• 1 morcilla grande o dos pequeñas
• 1 cebolla mediana
• 3 cucharadas de harina
• 1 vaso de nata líquida
• 1 vaso de leche
• dos huevos
• pan rallado
• aceite para freir
• sal

Los de abril para mi, los de mayo para el amo y los de junio para ninguno, dice un refrán en relación a los espárragos. Así que ahora estamos en plena temporada. Si tienes la suerte de tenerlos frescos, estás de enhorabuena, pero si no es así, en el mercado los puedes conseguir fácilmente en conserva .
En la tienda de Morrico Fino, es un producto que nunca falta, pero eso sí, siempre con denominación de origen de Navarra.
Hace años, en un restaurante, probé unos espárragos rellenos que me encantaron. Aunque no me dieron la receta, he hecho unas cuantas pruebas, hasta dar con una que me gusta.
Son sencillísimos de hacer y sin embargo parece una de esas recetas superelaboradas que te hacen quedar como una cocinera excelente.

Los ingredientes para 4 personas son:

• 12 espárragos gruesos
• 250 grs. de gambas peladas (yo he usado unas congeladas que tengo en la tienda)
• 1 cebolla pequeña
• 3 cucharadas de tomate frito
• un chorrito de coñac
• huevo para rebozar
• harina 
• aceite para freír
• sal

Durante la Semana Santa es tradición preparar y consumir dulces de sartén, llamados así por tratarse de frituras. Si el año pasado os traje una receta de torrijas, éste año os he querido hacer unos sencillísimos buñuelos rellenos de crema pastelera.
Esta receta la saqué hace años de un libro de postres de Maizena.  Los ingredientes los tenemos en todas las cocinas y a pesar de lo fácil que resulta su elaboración, veréis como están ¡¡¡deliciosos!!!

Los ingredientes son:

Para los buñuelos:

• 4 huevos
• 100 grs de mantequilla
• 10 cucharadas rasas de harina de maíz (maizena)
• 2 cucharadas colmadas de harina de trigo
• 1/2 vaso de agua ( 100 c.c.)
• 1/2 vaso de leche (100 c.c.)
• 1 pizca de sal
• azúcar para envolver los buñuelos
• aceite para freírlos

En primer lugar haremos la crema para que se vaya enfriando.

En un cazo mezclamos el sobre de flan con el azúcar y vamos añadiendo los huevos, uno a uno, mezclando bien para que no se formen grumos.
Añadimos la leche y sin dejar de remover con una espátula,acercamos el cazo al fuego, que no estará muy fuerte. Con la espátula vamos rascando el fondo del cazo con movimientos circulares para que no se nos pegue la crema al fondo. Cuando vaya a empezar a hervir, apartamos el cazo del fuego y vertemos la crema en un recipiente para que pierda temperatura.
Nos quedará una crema espesita.

A continuación prepararemos los buñuelos.

En un cazo ponemos a calentar el agua, la leche, la mantequilla y la pizca de sal, y esperamos a que se derrita la mantequilla.
En un recipiente aparte, mezclamos las dos clases de harina removiéndolas bien. Cuando el líquido del cazo hierva, añadimos de golpe la mezcla de harinas y removemos con una espátula hasta que se integre todo y se forme una bola.
Retiramos el cazo del fuego y le incorporamos los huevos uno a uno, removiendo bien para que queden bien mezclados antes de añadir el siguiente. Tiene que quedar una masa lisa y brillante.

 En una sartén ponemos abundante aceite, la calentamos y con la ayuda de dos cucharas vamos formando bolitas que echaremos directamente a la sartén para que se frían poco a poco. Los buñuelos se irán hinchando y dando la vuelta solos a medida que se vayan cociendo.
Cuando estén dorados los retiramos sobre un papel absorbente.

Una vez preparados y fríos, se cortan un poco por un lateral con un cuchillo y se rellenan de crema con la ayuda de una manga pastelera o de una cucharita.
Se envuelven en azúcar y ¡listo! Ya podemos disfrutar de unos riquísimos buñuelos de Semana Santa.

Y es que, ¡¡¡no hay nada como seguir las tradiciones!!!

La semana pasada me llegó un pedido de cerveza de los Monegros , República de Monegría , una cerveza artesana buenísima que suelo tener siempre en la tienda.
Mientras la colocaba en sus estanterías me vino a la memoria una receta que vi hace un tiempo en algún blog, una tarta de cerveza negra y chocolate.
Tocaba buscar entre los muchos blogs que sigo hasta encontrarla. Y aunque me temía que me iba a costar toda la mañana encontrarla, di con ella enseguida. Era del blog Sin salir de mi cocina, pero coincidió con la celebración de San Patricio, y la reina de los cupcakes Alma Obregón publicó en su blog  Objetivo Cupcake Perfecto, unos cupcakes también de cerveza negra. Las recetas son muy similares, así que la decisión dependerá del formato que queráis hacer, tarta familiar o cupcakes individuales.
Confieso que yo, ante la duda, he hecho los dos formatos.

Los ingredientes son:

Para el bizcocho o cupcakes:

• 250 grs de harina
• 75 grs de cacao en polvo
• 400 grs de azúcar
• 2 1/2 cucharaditas de bicarbonato
• 250 ml de cerveza negra República de Monegría
• 250 grs de mantequilla a temperatura ambiente
• 140 ml. de nata líquida para montar
• 2 huevos
• 1/2 cucharadita de vainilla líquida.

Mañana es 10 de Marzo y en Sos del Rey Católico celebramos el aniversario del nacimiento de Fernando II de Aragón, más conocido como Fernando el Católico, que tuvo lugar aquí, en esta villa en 1452.

No es que necesitemos ninguna excusa para hacer esta tarta pero el cumpleaños de nuestro vecino más ilustre nos parece una ocasión perfecta.
La receta no puede ser más sencilla. Está elaborada con unos ingredientes que ya estarían en las cocinas del medievo, y además está buenísima.Yo la hago con requesón Ekia del Valle del Roncal del que tengo una legión de seguidoras entre mis clientas, por lo que siempre lo que tengo en mi tienda, Morrico Fino.


Los ingredientes son:

• 1/2 Kilo de Requesón Ekia
• 200 ml de nata para montar
• 5 huevos
• 7 cucharadas de azúcar

Separamos las yemas de las claras. Batimos las yemas con el azúcar hasta que blanqueen y aumenten el volumen.

Añadimos a las yemas el requesón y batimos un poco.

Aparte montamos las claras a punto de nieve y las incorporamos a la mezcla con movimientos envolventes para que no se bajen. Montamos la nata y la incorporamos a la mezcla anterior, de igual manera.

Engrasamos un molde para horno con un poco de mantequilla, vertemos la masa en él y horneamos unos 45 ó 50 minutos a 180º. El tiempo es un poco orientativo y dependerá del horno que tengamos.Sabremos que está hecha cuando al pincharla con una aguja, ésta sale limpia.

¡Y listo!Ya tenemos preparada una deliciosa tarta de requesón, suave, jugosa y esponjosa, que hará las delicias de nuestros reyes de la casa

Después del Carnaval empiezan los días de Cuaresma que duran hasta Semana Santa, que como todos sabemos coincide con la primera luna llena de primavera. Tradicionalmente en estos días se acostumbraba a guardar la vigilia, es decir, los viernes no se podía comer carne. Y por eso existían gran cantidad de recetas para preparar el pescado de diferentes maneras. Decir también que uno de los pescados más fáciles de conseguir, debido a su larga conservación en salazón y sobre todo a su bajo precio, era el bacalao.
Por ese motivo os he traído yo hoy una receta de este pescado.

Los ingredientes para cuatro personas son:

• 150 - 200 grs. por persona de bacalao en piezas
• 1/2 Pimiento rojo grande o uno pequeño
• 1 Pimiento verde
• 1 vaso de tomate frito casero
• 1 Cebolla mediana
• 1 calabacín pequeño o medio grande
• 3 Dientes de ajo
• 1 guindilla
• Aceite de oliva, harina, sal y agua

Mañana es Jueves Lardero, palabra que proviene del latín Lardarius y que significa tocinero, y hace referencia a la costumbre popular de comer productos derivados del cerdo, principalmente longaniza, antes de que lleguen los días de la Cuaresma que eran días de ayuno.
Se celebra el jueves anterior a los días de Carnaval y al miércoles de ceniza y era tradición reunirse, con otros vecinos, para merendar en las riberas de los ríos o en merenderos.
Pues bien, estaba claro que la longaniza tenía que ser el ingrediente principal de la receta de hoy, así que dándome una vuelta por los numerosos blogs de recetas que suelo seguir, he encontrado esta estupenda Tartiflette a la aragonesa que he readaptado.

Hoy os quiero enseñar una receta muy sencilla a base de huevos. Es de esas recetas que conoces desde siempre porque la has visto en casa desde pequeña, pero que curiosamente, no es muy conocida.
Viendo el nombre de la receta ya está todo dicho, en realidad se trata de eso, de huevos "hechos" tres veces, es decir, primero cocidos, luego fritos y nuevamente cocidos.